¿Aplicas coaching entre tus empleados?

El coaching per sé parece sólo una herramienta motivacional orientada al deporte, es más, muchos creen que un coach es un entrenador, y razón llevan si respetan el significado de la palabra traducida. Pero el coaching es mucho más que eso, dadas todas sus variantes, es una filosofía de trabajo que puede servir, desde lo personal a lo profesional.

¿Cómo aplicar coach a nuestros empleados?

Si bien en una empresa podemos pensar que «coachear» a nuestros empleados tiene que responder a llevarle a alcanzar las metas de la empresa, la escala de progreso que te recomendamos es la siguiente:

1. Establece una serie de objetivos grupales y otras individuales.
2. Dedícate a conocer las necesidades de cada uno de los integrantes de tu equipo (de ese modo, podrás dotarles de herramientas específicas para sacar a relucir todo su potencial)
3. Preocúpate por darles seguimiento, refuerzos positivos y demostrar tu apoyo en todos los aspectos a mejorar. (Implementa el liderazgo, no la tiranía)
4. Desde ese lugar, podrás reubicar a las personas de tu equipo que quizás no estén exactamente donde deben o quieren estar para sacar sus capacidades al máximo y podrás pedirle a cada uno lo necesario para llegar a los cometidos de la empresa.
5. No temas delegar si tienes a las personas adecuadas.
6. Tampoco temas a reubicar a las personas idóneas para los objetivos comunes.
7. Dales incentivos permanentes como consecuencia del trabajo bien hecho.
8. No sobrecargues a tu equipo, recuerda la premisa anterior “mejor es mejor”
9. Revisa al detalle tu sistema de comunicación, esto es clave y antes de ello, tu auto percepción, todo éxito interrelacional se basa en la confianza en uno mismo y el buen uso de las herramientas.
10. Escucha (que no “oye”) de forma activa, toma apuntes, abre tu mente a la opinión del resto. ¡El feedback retroalimenta!

Es altamente recomendable generar formaciones, dinámicas de grupo y todo aquello que os una. Somos seres emocionales y a todos nos compromete a más el sentido de la pertenencia y sobre todo que todo esto fluya de manera natural y auténtica.

PROHIBIDO mensajes enlatados de manual, si eres el líder de tu gestión de empresa, empápate de herramientas que sean una extensión de ti, y si en un acto de mea culpa asumes o reconoces que no estás hecho para ello o no te apetece, no temas en contratar profesionales especializados en ello.

¿No sabes por dónde empezar?

• ¡Haz una pequeña evaluación a tu equipo! Ofréceles encuestas anónimas, que puedan expresarse sin el sentimiento de inseguridad que deja la exposición.
• Mide su satisfacción con la empresa, la comunicación, las herramientas. Qué echan en falta, qué añadirían, etc… y a partir de ahí genera tus propias herramientas.
• ¡No te abrumes si te parece mucho trabajo! Al contrario, si aún no has hecho nada de eso señal que tienes mucho por crear.

Si tienes dudas, contacta con nosotros y estaremos encantados de ayudarte.