Autoconfianza y deporte. El arte de creer y alcanzar.

La autoconfianza, considerada como una habilidad psicológica básica, emerge como un factor determinante que puede tanto potenciar como obstaculizar la práctica deportiva. Vamos a explorar la relación entre la autoconfianza y el deporte, además veremos cómo esta habilidad se entrelaza con otras capacidades, aumentando el rendimiento.

Autoconfianza y deporte. El arte de creer y alcanzar.
Fotografía tomada en sesión oficial para AFW

Autoconfianza: una habilidad psicológica fundamental

La autoconfianza es el motor que impulsa tanto el desempeño deportivo como el desarrollo personal. Representa la convicción arraigada en nuestras habilidades y capacidades para alcanzar metas. A menudo se confunde con la autoeficacia, que es la creencia en nuestras habilidades para ejecutar acciones específicas y lograr resultados. Estas habilidades, moldeadas por nuestras experiencias y pensamientos, juegan un papel fundamental en la forma en que abordamos los desafíos, tanto en el deporte como en la vida cotidiana.

Deportes como el crossfit, las artes marciales, el padel o deportes en equipo fomentan la interacción social y la construcción de relaciones. El apoyo de compañeros de equipo y la pertenencia a un grupo pueden contribuir significativamente a la autoestima, en estos deportes se crea una familia o una tribu que se convierten en compañeros en nuestros momentos más duros. Superar desafíos y enfrentar situaciones competitivas en el deporte ayuda a desarrollar la resiliencia, el respeto y la disciplina, fortaleciendo la capacidad para manejar el estrés y las dificultades, lo cual influye positivamente en la autoestima. Además ofrece la oportunidad para conocerte a ti mismo, identificar fortalezas y áreas de mejora. Según yo, y muchos compañeros atletas, el deporte es un proceso de crecimiento, de autoevaluación constructiva, de expansión del autoconcepto… todo ello, obviamente te hacen un humano más fuerte y más consciente. Para mi, es el amor de mi vida, el que nunca me ha fallado, me alienta, me acompaña y me arropa en los peores y en los mejores momentos.

6 beneficios de la autoconfianza en el ejercicio físico

  1. Activación de emociones positivas. Permite enmarcar las emociones de manera facilitadora para el
    rendimiento, al adoptar creencias más productivas.
  2. Facilitación de la concentración. Posibilita una focalización más accesible en la tarea a realizar, mejorando las habilidades atencionales.
  3. Impacto en las metas. Hace que las metas sean más desafiantes, revelando el verdadero potencial.
  4. Aumento del esfuerzo. Contribuye al cumplimiento de objetivos establecidos en términos de tiempo y logros.
  5. Influencia en las estrategias. Las tareas se realizan con excelencia.
  6. Afectación del momento psicológico. Facilita la visualización de desafíos en situaciones complicadas, fortaleciendo la resiliencia psicológica.

Relación entre autoconfianza y rendimiento

Existe una estrecha relación entre autoconfianza y rendimiento, mejorando proporcionalmente a medida que los niveles de confianza crecen, hasta alcanzar su punto óptimo.

Relación entre autoconfianza y rendimiento
Foto obtenida en la competición Lauro Vetus Challenge 2018

Tipos de autoconfianza que podemos encontrar:

  • Falta de confianza: enfocarse en los errores en lugar de en las fortalezas, generando dudas, ansiedad e indecisión. El que no hacen nada por miedo a fallar.
  • Autoconfianza óptima: convicción real de poder cumplir metas, impulsando el esfuerzo hacia el éxito. Una hormiguita, pienso y ejecuto.
  • Exceso de confianza: mayor confianza de la que las capacidades respaldan, careciendo de preparación y esfuerzo. Conocido comúnmente como un “sobrao”

Un nivel óptimo de autoconfianza facilita el rendimiento, mientras que la falta o el exceso de confianza
conducen a un rendimiento deficiente. La moderación de los niveles de autoconfianza es esencial para
alinearse con las potencialidades reales de las personas y las circunstancias a enfrentar.

Autoconfianza, autoestima y autoconcepto: una triangulación elemental

La autoestima, la percepción positiva o negativa que las personas tienen de sí mismas, influye en el modo en que enfrentan el mundo y afecta diversas capacidades. Una autoestima positiva impulsa la capacidad de afrontamiento, la búsqueda de objetivos desafiantes y una mejor preparación para enfrentar la adversidad.

La autoestima también influye en el rendimiento académico, entonces se sobreentiende que niños criados con deporte, son adultos con mayor actitud frente a la vida. Asimismo, el autoconcepto, elemento esencial para una personalidad saludable, se ve potenciado por la práctica de la actividad físico-deportiva en la adolescencia, mejorando la percepción de la imagen corporal y otros aspectos relacionados. Por otra parte, la inteligencia emocional, crucial en la regulación emocional, impacta en los niveles de ansiedad relacionados con la práctica del ejercicio. El entrenamiento emocional emerge como una solución para reducir la ansiedad somática y cognitiva, al mismo tiempo que fortalece la autoconfianza en el ejercicio físico. Dada la conexión entre emociones y rendimiento, es crucial considerarlas en el contexto del ejercicio como un factor protector contra la ansiedad y promotor de la mejora de la autoconfianza.

En definitiva

La autoconfianza es el resultado de experiencias positivas a lo largo del tiempo. El deporte no solo fortalece la condición física, sino que también es una herramienta poderosa para construir una autoimagen positiva y potenciar el desarrollo personal.

Christy Repetto
Christy Repetto

Etenon Athlete
Nutricionista y Personal Trainer
Especialista en Psicología y Medicina Ortomolecular
Instructora de Yoga y Meditación