Descripción anatómica y bases fundamentales del CORE (1ª parte)
El entrenamiento del CORE es una parte fundamental en cualquier programa de entrenamiento. Tanto en el caso de deportistas profesionales; sea cual sea su disciplina, como en el de sujetos que entrenan con un objetivo de “salud”, el entrenamiento del CORE es de vital importancia.
Por eso en el Blog de AFW vamos a publicaros una serie de artículos que tratarán de manera específica este tema, con el objetivo de ampliar vuestros conocimientos sobre el CORE.
Músculos que lo forman
La palabra CORE en inglés significa núcleo, y se refiere a los músculos profundos cuya función principal es la estabilización.
El CORE está formado por:
- Recto abdominal (parte anterior)
- Oblicuo interno y externo (parte lateral)
- Erector espinal, multífidos y cuadrado lumbar (parte posterior)
- Diafragma (parte superior)
- Suelo Pélvico y psoas iliaco (parte inferior)
- Transverso abdominal (recubre todo el perímetro abdominal en forma de faja)
Por qué hacer CORE
- El entrenamiento del CORE se relaciona con una mejora del rendimiento deportivo. Un CORE fuerte y bien entrenado es necesario para transmitir la fuerza hacia las extremidades. Por tanto; lanzar, saltar, sprintar, golpear, levantar pesos, etc. requiere de un buen CORE.
- El entrenamiento del CORE reduce el riesgo de lesión, especialmente de aquellas dolencias relacionadas con el dolor de espalda.
- Un CORE bien entrenado, se asocia a una musculatura de la espalda más fuerte, menos desequilibrios musculares y una mejor postura.
Algunos consejos antes de entrenar
En próximas entregas del Blog hablaremos de ejercicios y métodos de entrenamiento, pero antes te damos algunos consejos:
- Evita los ejercicios analíticos y céntrate en el trabajo global que implique a diferentes núcleos articulares. Ejercicios como las planchas y sus variantes dan excelentes resultados
- Trabaja la postura, el equilibrio y la propiocepción. Hacer planchas eliminando puntos de apoyo, o realizar ejercicios en bipedestación monopodal son buenas alternativas.
- No solo se trata de trabajar la fuerza, presta atención al equilibrio entre movilidad/estabilidad de los diferentes núcleos articulares, e intenta introducir ejercicios para cada uno de ellos; tobillo, rodilla, cadera, columna vertebral, escápulas, hombros, etc.
- Introduce ejercicios con peso libre en tu entrenamiento de fuerza. Si además los realizas de forma unilateral pueden suponer un importante desafío para tu CORE.
- Vigila la técnica, y aprende a hacer los movimientos con control. Progresa en los ejercicios comenzando por lo más sencillo.
Carlos Barbado Villalba
Dr. en Actividad Física y Salud
Fundador de Barbado Cycling
barbadocycling.es
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