¿Conoces la importancia que el sistema inmune tiene en el crecimiento muscular?
Si bien es importantísimo estar sano para lograr progresar y no romper la homeostasis entre salud y nutrición, el papel del sistema inmune en el contexto muscular en lo que respecta a entrenamiento y ganancia muscular es muy importante.

¿Cómo afecta y que acciones realiza la inmunología a la recuperación muscular?
El entrenamiento con pesas expone al cuerpo a diferentes tipos de estrés. El peso pesado aumenta la tensión mecánica en el músculo y, a medida que el músculo lucha contra esta resistencia, las membranas se dañan, las proteínas se oxidan y las células se exponen a tensiones metabólicas que incluyen pH bajo, sobrecarga de Ca y agotamiento de combustible. El músculo se adapta a todas estas tensiones fortaleciéndose y aumentando la capacidad de reparación de la membrana, la capacidad antioxidante, el manejo del Ca, así como optimiza el suministro de energía.
Si el aumento de la síntesis de proteínas en las horas o semanas posteriores al entrenamiento juega un papel importante en la adaptación muscular, un cuerpo con una evolución cada vez mayor muestra que el sistema inmunológico está directamente involucrado en el crecimiento y reparación muscular tanto en el proceso inflamatorio como en la reconstrucción y la reparación del tejido muscular.
1. Inflamación
El sistema inmunológico entra en juego tan pronto entrenamos, pues, antes de que el cuerpo repare el daño causado a las fibras musculares, las células muertas, membranas dañadas y las proteínas oxidadas se eliminan primero para para proceder con la reconstrucción y reparación.
Este es el trabajo de los macrófagos, que son atraídos por la inflamación local inducida en respuesta al daño muscular. Estas células inmunes especializadas se trasladan al tejido muscular dañado para devorar los desechos en el período posterior al entrenamiento, y, a su vez, los macrófagos liberan señales inflamatorias para comunicarse con el resto del sistema inmunológico para regular la recuperación muscular.
2. Resolución de la inflamación, reconstrucción y reparación
La eliminación de residuos por macrófagos pro inflamatorios es sólo el primer paso donde la inflamación inicia el programa de adaptación para, posteriormente y una vez finalizada la “limpieza residual”, empezar el proceso de reparación/reconstrucción. Cuando se daña una fibra muscular, las células satélite se activan y se reclutan en el área lesionada donde se fusionan con la fibra muscular madura.
Para que ocurra este proceso de fusión, primero se debe resolver la inflamación, lo cual involucra también al sistema inmunológico, pues los macrófagos pro inflamatorios que residen en el tejido dañado después de la rotura fibrilar se transforman después en un tipo menos inflamatorio y comienzan a secretar señales antiinflamatorias promoviendo la resolución de la fase inflamatoria y activando la reparación y regeneración muscular.

Por tanto, los macrófagos impulsan la reparación y regeneración muscular, mientras que la inflamación posterior al entrenamiento prepara el escenario para este proceso. Sin inflamación, la capacidad del músculo dañado para repararse, recuperarse y adaptarse al ejercicio intenso se ve comprometida.
En el proceso de reparación, la inflamación y la resolución posterior juega un papel crítico en la adaptación al ejercicio, lo que hace que la suplementación también esté implicada, pues una estrategia equivocada para aumentar la recuperación muscular y disminuir el dolor después del entrenamiento es limitar la inflamación inducida por el entrenamiento.
Pues la aplicación de hielo en la parte del cuerpo entrenada, usar suplementos antiinflamatorios como el aceite de pescado después del entrenamiento o AINES (aspirina, ibuprofeno, naproxeno…) o medicamentos que inhiben la COX reduciendo las ganancias de masa muscular a medio-largo plazo al atenuar la respuesta inflamatoria del ejercicio, pues la COX (o ciclooxigenasa) es una enzima capaz de convertir el ácido araquidónico en prostaglandinas, las cuales intervienen en las respuestas inflamatorias y ayudan a incrementan el tamaño de la fibra muscular a través de un aumento de la fusión de las células satélite.
En resumen, sin inflamación, la capacidad del músculo dañado para repararse, recuperarse y adaptarse al ejercicio intenso se ve comprometida y en ello el sistema inmune tiene una gran función.

César Borja
Ldo. Ciencias Actividad Física y el Deporte.
Profesor Universidad de Valencia.
Asesor deportivo & Coach.
Gerente-propietario Iron’s Temple Gym.
@Cesar_borja_irons
www.cesarborja.es