¿Qué alteraciones existen en los ligamentos de la rodilla?
Los ligamentos de la rodilla suelen lesionarse a través de un daño estructural traumático, es decir, a través de un golpe directo sobre la articulación o bien de manera indirecta al realizar un mal apoyo de la extremidad con un gran impacto sobre la rodilla.
Son lesiones comunes que vemos sobre todo en fútbol y en otros deportes de contacto o con grandes cambios de dirección. No obstante, estas lesiones también pueden darse en otras situaciones más cotidianas, como por ejemplo al realizar ejercicios con altas cargas y poco control, o durante la práctica de actividades dirigidas.
¿Cuáles son los síntomas de la lesión de ligamentos?
Al lesionarse un ligamento de la rodilla, normalmente se producirá un crujido o chasquido que normalmente la persona puede sentir con claridad. Inmediatamente tras la lesión se va a producir un edema en toda la articulación, acompañado de derrame sinovial y una limitación de movilidad causada por un gran dolor e inestabilidad.
Todos estos signos y síntomas necesitan de valoración médica. Existen distintos test y pruebas diagnósticas como la resonancia magnética, que nos darán el resultado exacto y la magnitud de la lesión.
¿Hay que operarse?
Depende del grado de afectación. La valoración médica dará la respuesta. Si la rodilla está estable, la lesión es parcial y no va a afectarnos en nuestro día a día, posiblemente no sea necesario, simplemente habrá que hacer trabajo preventivo de fortalecimiento. Pero en el caso opuesto, si hay más daño estructural: roturas adyacentes, mayor lesión en el ligamento, inestabilidad… habrá que pasar por quirófano para intentar revertir el daño.
¿Es evitable?
Muchas de las veces sí, a no ser que sufras un traumatismo directo.
Nuestras recomendaciones
- Cuidar la técnica de ejecución: Reeducar patrón de estabilización del miembro inferior si fuese necesario.
- Respetar bien las progresiones en cuanto a complejidad del ejercicio y cargas.
- Mantener la musculatura de las piernas fuertes y sin desequilibrios musculares, realizando trabajo preventivo, de fortalecimiento y estabilización.
- Entrenar los cambios de dirección si vamos a realizarlos.
- Evitar realizar ejercicio físico en fatiga.
¿Qué ejercicios recomendamos para fortalecer la musculatura de la rodilla?
- Sentadillas
- Zancadas
- Prensas
- Subir y bajar escalón
Aunque los extensores de rodilla son los grandes estabilizadores de la rodilla (cuádriceps), además es recomendable fortalecer también los flexores (isquiosurales) y los abductores de cadera (glúteo medio) pudiendo trabajarlos con puentes, alcances, pesos muertos, etc.
Zoa González
Técnico de Grado Superior en Animación y Actividades Físicas y Deportivas (TAFAD)
Actualmente cursando CAFYD+Fisioterapia por la Universidad Europea
Miembro Barbado Cycling
Miembro Fitness Experts Team